domingo, 20 de julio de 2008

Prof. Armando Collado

Gerente de Planta Tintas Weinstok

El agua y el aceite ...no se mezclan...

Introducción
El modesto objetivo de este artículo , es pretender aportar una visión físico-química conceptual ,de los fenómenos y sucesos con los cuales habitualmente convive el Impresor.
Confiamos así en brindar elementos de análisis abarcativos menos
erráticos , que los que surgen de las evaluaciónes aisladas de las problemáticas circunstanciales del proceso de impresión ,en relación con los materiales intervinientes en general y de las tintas en particular.

El agua y el aceite no se mezclan....
Con esta elemental y simple frase, estamos definiendo el principio de la impresión litográfica que Alois Senefelder, diseñara hace aproximadamente dos siglos atrás.
Hoy sabemos que en realidad, todo esto está vinculado y depende de la relación existente entre tres elementos: la tensión superficial de los vehículos de las tintas, la tensión superficial de las superficies metálicas de las planchas y por supuesto, las características y la tensión superficial del agua de fuente.
La superficie metálica de una plancha tiene una cobertura fotoquímicamente preparada, que luego del proceso de exposición lumínica, forma dos tipos de áreas bien diferenciadas: las de imagen -con una tensión superficial algo más baja que la del agua, pero algo más alta que la del vehículo de la tinta- y las áreas de no-imagen dónde el agua de la fuente es tomada porque la tensión superficial de la capa en ese lugar es mayor que la del agua.



Durante la operación de prensa, la zona de no-imagen toma agua cuando la plancha es mojada por la solución de fuente. Esta área húmeda constituye entonces una zona de muy baja tensión superficial frente al vehículo de la tinta y por lo tanto ésta no se deposita allí.


Ts NI + H2O ) <>
En una primera etapa el agua se “enfrenta” con las zonas de imagen y con la de no-imagen en donde moja a esta última por ser la de mayor Ts. En la segunda etapa participan la tinta, la zona de imagen y la zona de no-imagen húmeda.Obviamente la tinta se deposita en la zona de imagen por ser la de mayor Ts En resumen: el área mojada de no-imagen rechazará la tinta y a su vez el agua será rechazada del área de imagen pues la tensión superficial del agua es demasiado alta para esta zona.

En una tinta correctamente formulada, el vehículo debe tener una baja y apropiada tensión superficial para permitir que la misma se deposite adecuadamente en el área de imagen. Esto redunda en una mejor definición en los impresos y en consecuencia posibilita incrementar la lineatura de trabajo.

De este análisis de energías superficiales inferimos que si la tensión interfacial entre la tinta y el agua es alta, la tendencia a emulsionar será baja, entonces los secados serán óptimos y las intensidades serán máximas.(2)ver nota al pié.

Evidentemente para que todos estos mecanismos se pongan en marcha en condiciones de máxima optimización es imprescindible que el conjunto agua-tinta funcione sincrónicamente como una "llave y su cerradura”, y que por supuesto Ud. elija al mejor “cerrajero”.

  1. Empíricamente podría decirse que los líquidos “mojan” sobre superficies que poseen mayor tensión superficial que ellos, lo cual se potencia dentro de ciertos límites cuanto mayor sea esta diferencia . Aquí se vera la importancia de una adecuada dosificación de IPA en la solución de fuente ,el cual baja la tensión superficial del agua haciendola en consecuencia más “mojante”.
  2. Para el análisis de las mecánicas de emulsión habrá que remitirse a los comportamientos de los sistemas dispersos heterogéneos, que no es el propósito de este artículo.


Prof. Armando Collado
Gerente de Planta
a/c Oficina Técnico Industrial
Pedro Weinstock y Cia S.A.
Docente de Física y Química